•15:10
EL FLOR
Se localiza a 8 Kms al sureste de Acajutla, es una playa con naturaleza rocosa y coralina, de oleaje suave: se puede penetrar a varios metros sin peligro alguno.
La característica más importante de El Flor, es que está localizado en un área de aproximadamente 160 Kms2 de formaciones rocosas volcánicas aisladas, único dentro del Pacífico Centroamericano.
La biodiversidad de esas formaciones rocosas que están dentro del rango de los 15 hasta los 180 pies de profundidad, exhibe abundante variedad de corales, animales invertebrados y peces, constituyendo así una oportunidad para la práctica del buceo recreativo.
En estas aguas se encuentra abundante fauna como barracudas, rayas, pulpos, langostas, erizos, morenas, estrellas de mar, incluso ballenas y cachalotes. Estos últimos únicamente se divisan entre los meses de noviembre a enero.
El Flor es una playa pequeña, privada, tiene muy poca extensión. Es ideal para la práctica del remo, y pesca deportiva con caña.
En sus alrededores se ha establecido una comunidad de pescadores artesanales de mucha experiencia. Por sus condiciones, es ideal para la práctica del kayak.
DOMINGO 27 DE DICIEMBRE DE 2009
Federico, mi hermano, nos habia invitado a Pedrito (mi hijo), Lorena, Fernandito, Guillermo y a mi, a pasar el año nuevo en el Flor (se llama El Flor por el nombre de un árbol que se da aquí con mucha facilidad). Lorena nunca sacó el pasaporte de Fernandito, por lo cual ellos dos no pudieron venir. Debido a que por por estas épocas el tráfico suele bajar ostensiblemente, quedé en pasar a recoger a Guilllermo a las 9 am. ¡Oh sorpresa! Cuando vi mi reloj eran las 8.45 a.m. Afortunadamente, Guillermo ya estaba listo; al subirse al carro comentó que sólo regresaría por su cédula a lo cual le dije que no era necesario, que en la frontera se pasaba con la licencia.
Nos encaminamos vía Periférico pero cuál sería nuestra sorpresa que mi querido Guillermo se pasó la Aguilar Batres: llegamos al cruce de la Universidad de San Carlos, salimos de nuevo a la Aguilar Batres pero en vía contraria. Tuvimos que dar la vuelta hasta el Trébol y estos tres pasajeros felices por llegar a El Flor no sabían que el oráculo les tenía programadas otras vicisitudes…
Por fin encontramos un Burger King donde paramos, y aprovechamos a tomar café.
Íbamos oyendo música de Tania Libertad, la cual no nos pareció tan buena como otras grabaciones que ella ha hecho, cuando tuve el presentimiento de que ya nos habíamos pasado del cruce hacia la frontera. Antes, le había dicho a Guillermo que se fijara porque habìa un letrero que indicaba el cruce a lo que él me respondio “no se preocupe, que vengo observando bien el camino” Cuando sentí que seguimos en la carretera y que no aparecían los rótulos de cruce, le indiqué a Guillermo que yo creía que ya los habíamos dejado atrás a lo cual él me respondió que teníamos primero que llegar a Escuintla. Le dije que ya la habíamos dejado atrás debido a que íbamos por la carretera nueva y que se pasaba a un costado. Decidimos preguntar en una gasolinera y nos indicaron que el camino hacia la frontera lo habíamos dejado atrás. Retornamos y en efecto, a unas pocas cuadras estaban los rótulos que nos guiaron hacia la frontera con El Salvador; el oráculo había marcado nuestro destino…
Oímos a las mujeres de Manzanero y como premonitoria le dije a Guillermo que escuchara una canción de Luis Miguel que cuenta como un hombre interviene en la vida de una pareja para destruirla. Así quedó nuestro corazón cuando en la frontera por El Salvador le dijeron a Guillermo que no podía pasar con la licencia. Yo sentí que todo el Olimpo me caía encima, llamé a mi hermano en un impulso de creer que mágicamente nos resolvería el caso. La señora de la frontera esperaba “un no sé qué” que Guillermo jamás lo mencionó. Pasaron varios minutos de incertidumbre y Guillermo llamó a Diego su hijo, para que llegara al peaje y le llevara su cédula, con cierto coraje, impotencia y desasosiego, los tres pasajeros emprendimos el viaje de regreso como lo hacen los sabios “hay que recorrer el error para aprenderlo de una vez”. Pero el oráculo no cree en los sabios: cuando sentimos estábamos en Escuintla queriendo retomar la carretera del peaje. Previamente, habíamos pasado a un puesto de gasolinera a comprarnos unos helados, más churritos de queso, ya que en el camino, Pedrito y yo nos los habíamos terminado.
En Escuintla, perdidos, y después de consultar muchas veces, donde todo el mundo nos decia “cruce Mac Donald a la izquierda”, por fin llegamos al peaje. Guillermo se bajó a pie, fue a traer la cédula y cuando regresó cuál seria su gran sorpresa: yo estaba al mando del timón y le dije con voz inocente “¿No le importa?”, Guillermo de la manera más caballeresca me dijo “por supuesto que no” leyendo en su caballerosidad “por supuesto que sí”. Yo le dije “solo de aquí a Sarita, son unos pocos kms.” El se subió del lado del copiloto y el destino se seguía divirtiendo con nosotros: Sarita quedaba del otro lado del la carretera, nos metimos en un trébol donde habían tantos caminos y tantas señalizaciones, que cuando intentamos hacerlo, íbamos en el camino incorrecto. Puse las luces de emergencia y retrocediendo encontré el camino y por fin, muertos de hambre, estábamos en Sarita. Cuando llegamos al restaurante, una señorita con una enorme sonrisa nos dijo “deben esperar, están en reserva”. Yo sentí que iba a caer desmayada del hambre, entonces le propuse a Guillermo y a Pedrito, comer un helado. Hicimos la cola como corresponde y desde dentro del salón de los helados, un hombre protestó que lo atendieran, que él iba antes que nosotros. Sin quererlo, nos habíamos equivocado de nuevo. Pedro y yo nos pedimos un Frapuccino de helado y Guillermo una piña colada. La sentí como si fuera un néctar de los dioses. ¡Moría del hambre!
Ahora debiamos desafiar nuevamente al destino: estábamos frente a ese laberinto que era el trébol de mil caminos. Pero para nuestra sorpresa, oh Dios, ibamos por fin en el camino correcto. Deseando encontrar a la misma señora de la frontera para mostrarle que la corrupción en nuestra caso, no es posible, pese al sacrificio que eso conlleva. Eran las cuatro pasadas.
Cuatro horas y media después estábamos de vuelta con cédulas en mano y por fin llegamos a la tierra de las pupusas. Cabe mencionar que a cada equivocación, lo tomé con mucha filosofía, soltaba carcajadas, así que no supe si me dolía el estómago de tanto reír, o del hambre.
Le indiqué a Guillermo como llegar al cruce hacia El Flor, indicándole que había un pequeño letrero, el cual no encontramos, nos volvimos a perder. Preguntamos y nos indicaron como llegar, efectivamente, el rótulo estaba pero viniendo de la dimensión desconocida. En ese momento Guillermo me dijo que el tanque de gasolina estaba casi vacío, sin gasolinera a 100 kms a la redonda.
Más o menos a las 5.30 p.m estábamos entrando a El Flor. Mi enorme ilusión era que Guillermo viera por sus propios ojos, que no le mentia: El Flor es un paraiso. Nos recibió Lico, acompañado de la Blanquita, la Oti, Silvia y su novia Karen.
Saludamos a Karen y después de instalarnos cada quien en sus respectivas habitaciones, llegó la hora de los regalos: le llevé a Karen el regalo que le enviaba Lorena: una cadenita de plata para la muñeca y el mío: un cuadro doble para fotografías. Con ilusión, le di a Lico los otros dos: el de Lorena, una lindísima billetera de cuero y el mío que pareció hacerle mas ilusión: la pequeña mochila para llevar agua en la bicicleta.
Nos sentamos bajo el árbol a platicar, mientras llegó la hora de la cena, muertos del hambre. Para la cena, Guillermo se comió dos chiles rellenos de pollo y frijoles, yo saqué para mí una empanada de pollo y los demás comieron tamales de los que traje de Guatemala.
A las 8.30 pm, llego la hora de dormir, Liquito nos pidió que lleváramos el carro al garage. Guillermo le contó que nos habíamos quedado sin gasolina. En ese instante, hizo una llamada y me dijo “mañana te traen cinco galones, con eso ya llegas a la gasolinera” Guillermo me comentó como le agradó su resolución para resolver conflictos.
Ya en la habitación, empezamos a ver el primer capitulo de la tercera serie de los Tudor, pero a las 10 pm, yo ya no pude seguir. Le dije a Guillermo que mejor él se quedara leyendo, para que pudiéramos ver las nuevas películas juntos. No sabía que la luz de la mesa de noche, me iba a dificultar tanto el sueño. Dormí por pausas. Cuando por fin, él apago la luz, di gracias a Dios, sin embargo, no contaba con que él, muerto del frio, se hizo para mi lado y a cada momento me despertaba con una patada. Así entre dormir y despertar, me pasé la noche entera.
LUNES 28 DE DICIEMBRE
Me levanté a las 7.30 am, Pedrito como siempre, ya estaba levantado. Pedí mi desayuno y me llevaron unos exquisitos huevos revueltos con frijolitos, queso y té.
Platicamos un poco con Liquito y Karen, y decidimos llevar libros, computadora y música al rancho de las hamacas. Le pregunté a Lico si no había un toma corriente para la lap top, y él resuelto como siempre, dijo que no, pero que en ese momento lo ponía. Llamó a un asistente y al poco tiempo, estábamos escuchando música.
Cuando el calor arreció, nos metimos a la piscina para refrescarnos. Después de pasar un rato muy agradable en la piscina, Lico pidió ostras y a medio día las puso en la mesita del ranchón y con limón y salsa inglesa se terminaron las ostras en muy poco tiempo.
Poco a poco, la confianza fue ganando al grupo y unas veces como anécdotas, otras como confesiones, y la más dramática fue la reacción de Lico tras el accidente del hijo. De ahí se desprendieron una cantidad de temas donde unos más que otros, desnudaban el alma y el espíritu; hubiesen sido necesario años para construir la confianza de ese momento, pero sin darnos cuenta, cada quien hablaba de sus heridas del alma, de sus huellas de espíritu y de sus caminos de vida. Filosofamos un rato por la noche: sobre el impacto que sobre los niños tenía la agresión de los compañeros en el colegio, sobre la diferencia de comunicación entre género, sobre el romance, el amor sexual.
MARTES 29 DE DICIEMBRE
Después del desayuno, charlamos con Lico y Karen, leimos, y al medio día salimos para almorzar con “la mugre”a Las Veraneras; les llevamos una caja de cerveza, latitas y boquitas. Nos recibieron la Sheny, Anabella, Maribel, Carlitos, (hijo de Sheny) “la abuela”, Sergio. No más llegar, Pedrito rápidamente se metió a la piscina con Carlitos. Comimos una infinidad de boquitas y cervecearon.
La Sheny nos invitó a ver una de sus peliculas, pero estaba tan desvelada, que me quedé dormida sentada en un sofá. Guillermo me despertó para que descansara mejor en la hamaca y también invitó a Pedrito a hacer una siesta. Al terminar la pelicula, dispusimos ir al club a ver el atardecer. Para variar, nos perdimos. Por fin llegamos, ubicamos una mesa frente al mar. Nos despedimos entrada la noche y llegamos a El Flor como a las 7.30 pm, con tiempo sólo para lavarnos las manos y llegar a cenar. Ahí saludamos a Herber, a quien Guillermo no conocía.
Como es una costumbre familiar, a las 9.30 nos deseamos las buenas noches y cada quien para su dormitorio.
MIERCOLES 30 DE DICIEMBRE
Cada día yo me iba levantando un poquito más tarde. Después del acostumbrado desayuno, nos fuimos al rancho de las hamacas a leer y a iniciar esta bitácora. Lico me pidió que recibiera a la Chinita porque él, Herber, Pedrito y Karen se iban a Sonsonate a hacer compras de supermercado. Haciendo el primer día de esta bitácora, apareció la Chinita (la esposa de Federico, mi sobrino) con su hijo Federico y su hija Tessa. Suspendimos la bitácora, nos dedicamos a leer, mientras la Chinita se metió a la pisicina con sus hijos.
La presencia de Herber a la hora de las comidas, hizo que la conversación ya no fuera profunda. Lico dejó de abrir su alma y en sustitución se dedicó a los chistes y bromas, con su típica carcajada que inunda El Flor.
Luego de almorzar, volvimos al rancho de las hamacas a leer, cuando intempestivamente aparecieron mis sobrinas: Johanna, Dallana con su novio y Virginia.
JUEVES 31
Me pase la mañana con Karen. Ella me ofreció peinarme mas no sabìa el tiempo que le iba a tomar desenredarme. Duró el procedimiento como tres horas, pero por el resultado, valió la pena.
Almorzamos, hicimos una mini siesta y a las 3 salimos para Las Veraneras, además de “las mugres” que estaban el día anterior, estaban: la Liz y Roberto, la Juda, la Carol, la Bea, el Chisco y sus dos hijas, Richard. Estaban en pleno almuerzo cuando llegamos. De nuevo Pedrito se metió con todos los niños a la piscina. La Bea se vino un rato con Guillermo y conmigo, y platicamos un largo rato sobre las adicciones. Luego le tomamos fotos a la casa, cada quien con su cámara. Mientras Guillermo jugaba beis con los niños, la Bea y Anabella, otras mirábamos película en la salita. Yo me moría del sueño y otra vez, hice esfuerzos sobrehumanos para no dormirme. Cuando los mosquitos comenzaron a picarnos, ellos terminaron de jugar y nos despedimos deseándoles a todos feliz año y regresamos a El Flor.
Las mujeres (Karen y yo) nos engalanamos un poco. Karen se puso un vestido negro corto muy sexi, se pintó y se arregló el pelo. Yo me puse un vestido sencillo largo de algodón.
Cenamos a las 8 pm. Durante la cena, Herber puso su música grabada en el I Pod. Su música data de los años 40’s y con asombro se dio cuenta de que Guillermo la conocía con nombres y cantantes, a veces hasta con compositores. Estaba tan entusiasmado que pidió vino. No sabía que nosotros habíamos llevado una botella, especialmente para las 12, en la que habíamos planeado con Guillermo decirnos nuestras metas del año y hacer una breve revisión al año 09. Guillermo abrió la botella y nos servimos los tres.
Yo no pude seguir (no soy muy amante de los licores) y entre Herber y Guillermo se acabaron el vino. Su entusiasmo giró alrededor de la música. En medio de todo, Lico quemó varias cajas de fuegos artificiales (como 5) y a las 11 y 20 anunció que se iba a dormir. De nuevo, cada quien a su cuarto.
Al poco rato de haber llegado al cuarto, dieron las 12 en punto. Guillermo me calló con un beso. De ahí iniciamos con nuestra lista de propósitos para el nuevo año que entraba y compartimos lo que nos había dejado el año recién pasado.
VIERNES 1 DE ENERO
Fue un día muy especial, nos tomamos las cosas con tranquilidad. Yo me metí un rato a la piscina, me acosté a leer con los pies metidos en el agua, me dormí porque me sentía muy desvelada. No hicimos nada en particular, sólo leer, descansar, y platicar un poco.
Al atardecer tuvimos una sesión de fotos con Guillermo.
En la noche, nos despedimos de Herber y Lico, porque muy temprano se iban de pesca. Nosotros salimos a las 10 de la mañana camino a Guatemala.
15 comentarios:
¡Qué maravilla! ¡Qué paraiso!
Qué lindas vacaiones te has tomado!!!
Bienvenida de regreso a cotidianeidad,
Besotes
Gracias por darme la oportunidad de acompañarte en este estupendo viaje. Desde el gélido invierno andaluz, más suave que en el resto de España, envidio esas amacas y esa piscina que promete una cálida atmósfera y el placer de un baño en compañía de gente a la que quieres.
Un saludo afectuoso
Hermoso el post que nos acercas en esta fría mañana del Sábado.
Cuanta alegria se respira en esas fotografías, que lugar más fantastico .
Que tengas un buen fin de semana.
Gracias por compartir.
Cálido abrazo.
Te deseo un 2010 lleno de felicidad.
Muchos besitos Amiga.
Hola Shanty; paso a saludarte y desearte un finde lleno de alegrías y luz a tu paso.
Un besito.
Marí
Precioso paraíso para reposar el alma, alimentar el espíritu y vaciar la mente....
Un beso
¡Gracias por compartir un boso muy lindas las fotos Feliz Año!
Un viaje estupendo, como todos los tuyos :0)
Saber disfrutar de las personas y de la vida es una asignatura que sabes asumir con madurez.
Espero que tengas un año fabuloso :0)
Un besazo
Lo que está claro es que has despedido el año con las fuerzas suficientes para empezar este nuevo con renovadas energías e ilusiones varias.
Las imagenes dejadas ya hablan por si solas y por lo cual me alegro muchisimo por ti y por los tuyos.
Un abrazo de mimosas recién floridas que inunden tus aposentos con su aroma.
Marí
Deseandote un 2010 pleno de paz, salud y prosperidad desde esta calurosa Caracas, nos reintegramos luego de dos semanas por el sur del continente. Leemos en tu bitácora, que ya comienzas recibiendo el nuevo año en "paz", según nuestro deseo. Porque paz es lo que se respira en "El Flor". Por cierto, nos llamó la atención el género en el nombre del árbol que identifica ese paraiso... "El" en lugar de "La" Flor.
Saludos de Nayemi y Zully
En el blog Mis caricias del alma te he dejado un presente para ti.
Feliz fin de semana!!
Un abrazo
Marí
Feliz año nuevo Shanty como paso en laño.
Mi mamá lencanta la tardecer, y toma fotos.
El viaje es siempre una forma de receregar las pilas.
Saludos
Xico Rocha
Que vacaciones mas paradisíacas Shanty. Me encantan las fotos, la playa, pero sobre todo el compartir con los amigos, la camaradería que se nota en el ambiente. Que belleza. Enhorabuena y te digo que me das envidia sana.
Muchos besitos amiga
Bueno todo comenzó complicado pero siguió y terminó genial. Preciiosas las fotos, tu gente, el pasisaje, sin duda una estadía maravillosa, me alegro por ti y los tuyos. Besos tía Elsa.